El embarazo es el periodo que comprende desde la fecundación del óvulo hasta el parto y su duración es de 266 días aproximadamente (280 desde la última regla). Inmediatamente después de la concepción, el organismo materno pone en marcha una serie de procesos de adaptación para proporcionar al feto un entorno adecuado que asegure su crecimiento y desarrollo.
En el aspecto nutritivo cabe destacar que se produce una digestión más lenta y una disminución del peristaltismo intestinal, con el fin de prolongar el tiempo de permanencia de los alimentos en el intestino y así mejorar la absorción de nutrientes.
Hay que tener especial atención con el aporte de algunos nutrientes, vamos a hacer especial mención en: ácido fólico, hierro, calcio y yodo
- ÁCIDO FÓLICO: ésta vitamina es indispensable para asegurar el desarrollo cerebral y sistema nervioso fetal. El déficit de esta vitamina se relaciona con estados de anemia y con la aparición de espina bífida en el recién nacido. Es necesario pues, un correcto aporte de esta vitamina, ya antes del embarazo, ya que el tubo neural del feto se forma los primeros días de la gestación, incluso antes que la mujer sepa que está embarazada. Durante el embarazo la dosis necesaria de folatos es de 600µg/día. Es difícil llegar a estas dosis sólo a través de la alimentación, por lo que en muchas veces es aconsejable tomar un suplemento de esta vitamina. Ver alimentos ricos en ácido fólico.
- HIERRO: Este mineral participa en la formación de glóbulos rojos y en el transporte de oxígeno a través de la sangre a todos los tejidos del organismo. Durante la gestación el flujo sanguíneo aumenta y las necesidades de hierro se incrementan de forma considerable para asegurar una buena oxigenación de la placenta y el feto. Un déficit de hierro provoca en la madre anemia, cansancio y una baja resistencia a infecciones. A menudo, a través de la alimentación es difícil llegar a cubrir la dosis necesaria y se puede complementar el aportede este mineral con un suplemento. En los alimentos de origen animal como carne, pescado, marisco y huevos, la absorción de hierro es más elevada que en los alimentos de origen vegetal. Pero si vegetales ricos en hierros como acelgas, legumbres, etc. Se combinan con alimentos ricos en vitamina C (ensaladas y frutas) se mejora la absorción de este mineral. Ver alimentos ricos en hierro.
- CALCIO: Sus necesidades son de 1.400mg/día hacia la mitad de la gestación, para cubrir las demandas del feto que son 200 a 300 mg diarios. Las principales fuentes de calcio son los lácteos y es recomendable tomar cada día de 3 a 4 raciones (1 ración de lácteo es un vaso de leche o 2 yogures o 40g de queso semi seco o 80g de queso fresco). Ver alimentos ricos en calcio.
- YODO: Una dieta rica alta en yodo es fundamental para el correcto desarrollo del cerebro fetal y de ello dependerá su capacidad intelectual. El yodo, además, forma parte de las hormonas tiroideas y su déficit puede provocar bocio congénito en el recién nacido y ser la causa de abortos. Los transtornos por deficiencia de yodo pueden prevenirse, pero no curarse. LA dosisi necesaria durante el embarazo de este mineral es de 140µg/día. Esta dosis se puede alcanzar a partir de los alimentos. Ver alimentos ricos en yodo.
Bibliografía: manual práctico de nutrición y dietoterapia Eulália Vidal García.
