Dieta baja en FODMAP

La dieta baja en FODMAP es una dieta que restringe la ingesta de ciertos tipos de carbohidratos fermentables. Estos carbohidratos, conocidos como FODMAP
(Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides And Polyols), pueden causar síntomas intestinales en personas sensibles a ellos. A continuación,
se detallan las subsecciones más importantes de esta dieta.

Los beneficios de la dieta FODMAP van más allá del alivio de los síntomas gastrointestinales. Esta dieta nos ayuda a conocer qué alimentos son los adecuados
para nosotros y a crear un hábito alimenticio saludable. Además, los alimentos que se suelen consumir en esta dieta son ricos en nutrientes y fibras.
Es muy importante que la dieta sea supervisada por un dietista-nutricionista ya que este profesional nos guiará en todo momento y nos proporcionará las herramientas necesarias para llevar la dieta de una manera adecuada y sin riesgos. Contar con un profesional nos asegurará que no estamos generando carencias nutricionales y que estamos siguiendo la dieta de manera correcta.

Es importante conocer los errores más comunes al seguir la dieta FODMAP para poder evitarlos. Uno de los errores más comunes es pensar que los alimentos bajos en FODMAP no pueden provocar recaídas en el síndrome del intestino irritable, pero debemos tener en cuenta que estas personas suelen ser muy sensibles a otros factores que pueden alterar su estado, como el estrés o alguna infección. Otro error común es retirar de nuestra dieta alimentos sin consultar previamente al dietista-nutricionista.

Aunque la dieta FODMAP es segura durante el embarazo y la lactancia, debemos tener en cuenta que siempre debemos consultar a un profesional antes de realizar cualquier cambio en nuestra dieta. En el caso de los vegetarianos, pueden seguir la dieta sin problema ya que pueden encontrar una gran cantidad de alimentos bajos en FODMAP como las frutas y verduras frescas.

Es importante conocer la experiencia de antes y después de seguir una dieta FODMAP. Esto nos puede ayudar a identificar cuáles son los cambios en nuestro
cuerpo y a mantener la motivación. Debemos ser pacientes y recordar que, aunque los resultados no son inmediatos, la dieta FODMAP nos puede proporcionar un gran alivio en los síntomas de nuestro intestino.

El síndrome del intestino irritable (SII) es una enfermedad digestiva común que se caracteriza por la presencia de dolor abdominal, malestar y alteraciones en las
evacuaciones, sin que se detecte una causa orgánica. La dieta es un aspecto crucial en el manejo de este síndrome y la dieta FODMAP se ha convertido en una
herramienta efectiva para reducir los síntomas en un alto porcentaje de pacientes.

Entre las diferentes opciones de comidas saludables y ricas en proteínas encontramos, por ejemplo, la pechuga de pollo a la plancha con ensalada verde y
aguacate, que brinda una mezcla adecuada entre proteínas y fibra. Otra opción es el salmón al horno con espárragos y arroz blanco, una receta sencilla y deliciosa que proporciona grasas saludables y proteínas para el cuerpo.

Dentro de los alimentos ricos en FODMAP que se pueden sustituir por opciones sin gluten se encuentran las pastas enriquecidas y los cereales procesados, que
pueden ser sustituidos por arroces y quinoas. Asimismo, se puede optar por opciones de panes sin gluten, como los elaborados a partir de harina de sarraceno,
garbanzo o arroz integral.

En cuanto a las carnes procesadas y los quesos con bajo contenido de FODMAP, se pueden degustar las opciones de jamón ibérico, serrano o de York. En el caso de los quesos, se pueden consumir opciones como el queso de cabra o el queso manchego curado, siempre y cuando se controlen las porciones.

Por lo tanto, la dieta baja en FODMAP puede ser un reto para las personas que la siguen, y pueden necesitar el apoyo de un profesional de la salud o de un grupo de apoyo para lograr el éxito a largo plazo.