enero 20, 2022

Nutrición y cáncer: cómo los alimentos influyen en la prevención de esta enfermedad

El cáncer es, por desgracia, una de las enfermedades que más muertes causan cada año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos diez millones de personas fallecieron como consecuencia de esta enfermedad en 2020. Con la palabra cáncer se designan un conjunto de enfermedades que tienen en un elemento en común: una rápida multiplicación de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales. Otro elemento fundamental es que las causas que pueden generarlo son variadas, ya puede  influir tanto factores internos (por ejemplo, la genética) como externos. De hecho, la Fundación Española del Corazón (FEC) afirma que “alrededor de un 75-80% de los cánceres pueden atribuirse a factores externos que, por lo general, podemos modificar”. Uno de ellos es la nutrición, ya que las investigaciones apuntan a que algunos alimentos pueden aumentar el riesgo de cáncer, mientras que otros, en cambio, pueden ayudar a su prevención. Te lo explicamos a continuación.

 

Buena alimentación: una gran aliada para la prevención del cáncer

Entre los alimentos que pueden ser de ayuda para minimizar los riesgos, tenemos aquellos que son ricos en fibra, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Algunos estudios han demostrado que las frutas, verduras y otros alimentos vegetales con una buena proporción en fibra ofrecen protección contra el desarrollo del cáncer. Entre ellos, podemos señalar algunos como las nueces, el té verde, las aceitunas, las bayas, el melocotón, el melón o el brócoli, entre muchos otros, que contienen múltiples compuestos que ayudan a proteger contra el daño celular.

Es cierto que no existe un alimento milagroso que reduzca el riesgo al 100%. Por eso, la mejor decisión es adoptar hábitos alimentarios que nos permitan ingerir de forma constante alimentos que contengan la mayor variedad posible de moléculas anticancerígenas. Para ello, recomendamos seguir una dieta variada que proporcione cantidades óptimas de fibra, vitaminas y minerales.

 

La necesidad de reducir algunos alimentos

A diferencia de los anteriores, otros alimentos pueden favorecer la formación de células precancerosas. Por este motivo, consumirlos en exceso se considera como factor de riesgo. Obviamente, tratar de limitar su consumo es una buena opción.

Ultraprocesados

Los alimentos ultraprocesados contienen ingredientes que resultan del procesamiento industrial, como proteínas aisladas, aceites hidrogenados,fructosa, potenciadores del sabor, edulcorantes artificiales y espesantes. De esta forma, son ricos en grasas saturadas, azúcar añadida y sal. En cambio, suelen contener pocos nutrientes protectores, como fibra, vitaminas y minerales. Además, ciertos aditivos  y la contaminación por productos químicos de los envases pueden contribuir al aumento del riesgo de cáncer asociado con el consumo de alimentos ultraprocesados.

Un estudio con casi 105.000 personas demostró que aumentar la proporción dietética de alimentos ultraprocesados ​​en un 10 % tenía asociaciones con un aumento significativo del 12% en el riesgo de cáncer en general y un aumento del 11% en la probabilidad de desarrollar cáncer de mama.

Carnes rojas y procesadas

Las evidencias también apuntan a que abusar de las carnes rojas y procesadas puede aumentar los riesgos de cáncer. En 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó la carne procesada como cancerígena y la carne roja sin procesar como “probablemente” cancerígena. En esta línea, una revisión de 2018 demostró que la ingesta diaria de más de 60 gramos de carne procesada y más de 150 gramos de carne roja puede aumentar el riesgo de cáncer colorrectal en aproximadamente un 20%.

Dietas altas en sal

Una dieta excesivamente rica en sal es otro factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer, en particular el cáncer de estómago. Las evidencias apuntan a que puede aumentar el riesgo de cáncer de estómago, relacionado con la bacteria Helicobacter pylori. Además, comer alimentos con alto contenido de sal puede conducir a la producción del compuesto N-nitroso, clasificado por la IARC como «probablemente» cancerígeno. Por eso, es aconsejable la cantidad de sal que ingerimos, en línea con las recomendaciones de la OMS.

 

Conoce las claves en nuestro taller Nutrición y cáncer

Estos son solo algunos ejemplos de cómo la nutrición puede influir en esta enfermedad. Seguir unas sencillas pautas de nutrición y saber qué alimentos escoger te ayudará en la prevención del cáncer.

Si quieres profundizar, en el taller Nutrición y cáncer, que impartiremos el próximo 11 de febrero, podrás aprender mucho más sobre la relación entre la alimentación y esta enfermedad, con los siguientes contenidos:

  • ¿Qué es el cáncer? ¿Qué es la quimioterapia?
  • Recomendaciones nutricionales en la prevención del cáncer.
  • Alimentación para el paciente oncológico.
  • Recomendaciones nutricionales en fase precoz. Menú ejemplo.
  • Recomendaciones nutricionales en pacientes sometidos a quimioterapia.

No lo dudes e inscríbete ya. Tu salud y la de tus seres queridos lo agradecerán.